domingo, 16 de septiembre de 2007

INSPIRACION DUAL


Tratado Escatodermico (By Dieros)




Vuelvo a empezar, y si en realidad todo fuera incierto?.

Todo el peso recae en mi espalda encorvada, la encorva y espalda.

El peso que no por estar oculto, pasa desapercibido en su acción desbastadora.

El cumulo de estados impropios a la gestión de los sentidos propicia esta indescifrable tendencia en acumular molestias al estilo de un coleccionista profano, y sin escrúpulos.

De un nivel de choque eléctrico, luminiscente, desgastador, inútil.

Ya aquí, de nuevo sobra la perpetuidad en el giro de mis deseos activos. Inactivos.Activados.

Volvería a empezar.

Enterraría mi rencor en la boca del león, lo haría degustar, para el beneplácito de su conciencia, la intolerable secreción de mis entrañas. El olor de un alma echada a menos, sus hediondas ráfagas de putrefacción.

A raíz de esto, me cabe imaginar, una desvinculación de mi, como materia carbónica inestable, y alimenticia para el felino.

Ya no produciré hambre. Será incentivador de tanta miseria y sólo coincidencia de las partes.No sé por que volaba, siguiendo a la parvada, todo el tiempo, sin casco, soportando cada uno de sus deshechos cloacales.

Nunca volaba en frente.
Dentro de la inmensa masa de materia multiforme que componía mi entorno inmediato, existía yo. Como razón lógica de este sujeto-objeto que envolvía a la peste, la cual era carne de mi espíritu.

Inmediatamente después de mi piel, el pelo, y en medio toda la mierda.

Las víceras, el intestino, la caca, los cerebros, el pelo. Ya era muy humano, pero faltaba algo.

Por un momento acabó el giro, y no era yo. Me detenían.

Tantos agentes externos en mi perímetro. Las alas pesadas. La gravedad contra mi.

Fue recurrente la tierra.